miércoles, 26 de mayo de 2010

Una de José Antonio



Un pequeño escrito de José Antonio Primo de Rivera, que pueden encontrar en la página web que contiene las Obras Completas de José Antonio, en los links de nuestro portal.
El siguiente texto fue escrito el 16 de marzo de 1933 y sorprende por su indiscutible actualidad.
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0RIENTACIONES HACIA UN NUEVO ESTADO
El Estado liberal no cree en nada, ni siquiera en sí mismo. EI Estado liberal permite que todo se ponga en duda, incluso la conveniencia de que él mismo exista.Para el gobernante liberal, tan lícita es la doctrina de que el Estado debe ser sustituido. Es decir, que puesto a la cabeza de un Estado hecho, no cree ni siquiera en la bondad, en la justicia, en la conveniencia del Estado ese. Tal un capitán de navío que no estuviera seguro de si es mejor la arribada 0 el naufragio. La actitud liberal es una manera de tomar a broma el propio destino; con ello es lícito encaramarse a los puestos de mando sin creer siquiera en que debe haber puesto de mando ni sentir que obliguen a nada, ni aun a defenderlos.

Sólo hay una limitación: la Ley. Eso sí; puede intentarse la destrucción de todo lo existente, pero sin salirse de las formas legales. Ahora que, ¿qué es la Ley? Tampoco ningún concepto referido a principios constantes. La Ley es la expresión de la voluntad soberana del pueblo; prácticamente, de la mayoría electoral.

De ahí dos notas:

Primera. La Ley –el Derecho– no se justifica para el liberalismo por su fin, sino por su origen. Las escuelas que persiguen como meta permanente el bien público consideran buena ley la que se pone al servicio de tal fin, y mala ley, la promulgue quien la promulgue, la que se aparta de tal fin. La escuela democrática –ya la democracia es la forma en que se siente mejor expresado el pensamiento liberal– estima que una Ley es buena y legítima si ha logrado la aquiescencia de la mayoría de los sufragios, así contenga en sus preceptos las atrocidades mayores.

Segunda. Lo justo para el liberalismo no es una categoría de razón, sino un producto de voluntad. No hay nada justo por sí mismo. Falta una norma de valoración a que referir, para aquilatar su justicia, cada precepto que se promulgue. Basta con encontrar los votos que lo abonen.

Todo ello se expresa en una sola frase: "El pueblo es soberano". Soberano; es decir, investido de la virtud de autojustificar sus decisiones. Las decisiones del pueblo son buenas por el hecho de ser suyas. Los teóricos del absolutismo real habían dicho: Quod principi placuit, legem habet vigorem. Había de llegar un momento en que los teóricos de la democracia dijeran: "Hace falta que haya en las sociedades cierta Autoridad que no necesite tener razón para validar sus actos; esta autoridad no está más que en el pueblo." Son palabras de Jurieu, uno de los precursores de Rousseau.

LIBERTAD. IGUALDAD. FRATERNIDAD

El Estado Liberal –el Estado sin fe, encogido de hombros– escribió en el frontispicio de su templo tres bellas palabras: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Pero bajo su signo no florece ninguna de las tres.

La libertad no puede vivir sin el amparo de un principio fuerte, permanente. Cuando los principios cambian con los vaivenes de la opinión, sólo hay libertad para los acordes con la mayoría. Las minorías están llamadas a sufrir y callar. Todavía bajo los tiranos medievales quedaba a las víctimas el consuelo de saberse tiranizadas. El tirano podría oprimir, pero los materialmente oprimidos no dejaban por eso de tener razón contra el tirano. Sobre las cabezas de tiranos y súbditos estaban escritas palabras eternas, que daban a cada cual su razón. Bajo el Estado democrático, no: la Ley –no el Estado, sino la Ley, voluntad presunta de los más– tiene siempre razón. Así, el oprimido, sobre serlo, puede ser tachado de díscolo peligroso si moteja de injusta la Ley. Ni esa libertad le queda.

Por eso ha tachado Duguit de error nefasto la creencia de que un pueblo ha conquistado su libertad el día mismo en que proclama el dogma de la soberanía nacional y acepta la universalidad del sufragio. ¡Cuidado –dice– con sustituir el despotismo de los reyes por el absolutismo democrático! Hay que tomar contra el despotismo de las asambleas populares precauciones más enérgicas quizá que las establecidas contra el despotismo de los reyes. "Una cosa injusta sigue siéndolo aunque sea ordenada por el pueblo y sus representantes, igual que si hubiera sido ordenada por un príncipe. Con el dogma de la soberanía popular hay demasiada inclinación a olvidarlo.

Así concluye la Libertad bajo el imperio de las mayorías y la Igualdad. Por de pronto, no hay igualdad entre el partido dominante, que legisla a su gusto, y el resto de los ciudadanos que lo soportan. Más todavía: produce el Estado liberal una desigualdad más profunda: la económica. Puestos, teóricamente, el obrero y el capitalista en la misma situación de libertad para contratar el trabajo, el obrero acaba por ser esclavizado al capitalista. Claro que éste no obliga a aquél a aceptar por la fuerza unas condiciones de trabajo, pero le sitia por hambre, le brinda unas ofertas que en teoría el obrero es libre de rechazar, pero si las rechaza no come, y al cabo tiene que aceptarlas. Así trajo el liberalismo la acumulación de capitales y la proletarización de masas enormes. Para defensa de los oprimidos por la tiranía económica de los poderosos hubo de ponerse en movimiento algo tan antiliberal como es el socialismo.

Y, por último, se rompe en pedazos la Fraternidad. Como el sistema democrático funciona sobre el régimen de las mayorías, es preciso, si se quiere triunfar dentro de él, ganar la mayoría a toda costa. Cualesquiera armas son lícitas para el propósito; si con ello se logra arrancar unos votos al 1 adversario, bien está difamar de mala fe sus palabras. Para que haya minoría y mayoría tiene que haber por necesidad división. Para disgregar el partido contrario tiene que haber por necesidad odio. División y odio son incompatibles con la Fraternidad. Y así los miembros de un mismo pueblo dejan de sentirse de un todo superior, de una alta unidad histórica que a todos los abraza. El patrio solar se convierte en mero campo de lucha, donde procuran desplazarse dos –o muchos– bandos contendientes, cada uno de los cuales recibe la consigna de una voz sectaria, mientras la voz entrañable de la tierra común, que debiera llamarlos a todos, parece haber enmudecido.

LAS ASPIRACIONES DEL NUEVO ESTADO

Todas las aspiraciones del nuevo Estado podrían resumiese en una palabra: Unidad. La Patria es una totalidad histórica, donde todos nos fundimos, superior a cada uno de nuestros grupos. En homenaje a esa unidad han de plegarse clases o individuos. Y la construcción deberá apoyarse en estos dos principios:

Primero. En cuanto a su fin, el Estado habrá de ser instrumento puesto al servicio de aquella Unidad, en la que tiene que creer. Nada que se oponga a tan entrañable trascendente Unidad debe ser recibido como bueno, sean muchos o pocos los que lo proclamen.

Segundo. En cuanto a su forma, el Estado no puede asentarse sino sobre un régimen de solidaridad nacional, de cooperación animosa y fraterna. La lucha de clases, la pugna enconada de partidos, son incompatibles con la visión del Estado.

La edificación de una nueva política en que ambos principios se compaginen es la tarea que ha asignado la Historia a la generación de nuestro tiempo.

(El Fascio, núm. 1, 16 de marzo de 1933)

Chile bajo el dominio estadounidense


En este mismo medio habiamos adelantado las sospechas que generaba la detención del estudiante pakistaní Mohamed Said Ur Rehman Khan, pues muchos de los antecedentes no calzan con los hechos presentados.
Ahora último se ha dicho que el joven musulmán tendría ciertos vínculos con movimientos extremistas de izquierda, como el Lautaro y que tendría relación con la serie de atentados bomba que han sacudido Santiago desde hace algún tiempo. Más allá de este hecho, que de ser verdad sería lamentable, lo que sí llama la atención en este momento es el poder que tiene el país del norte para indagar en Chile sobre hechos que suceden en nuestro territorio.
En efecto, al conocerse el hecho de la detención, los servicios de seguridad estadounidenses se apresuraron en señalar que estaban dispuestos a "prestar toda su colaboración en el esclarecimiento de estos hechos" y así fue, pues se supo que agentes de dichos servicios acudieron a la Mezquita de Santiago, indagando antecedentes y reuniéndose con las autoridades religiosas de ese centro.
Otro hecho que llama la atención en esta cadena de sinsentidos. ¿Dónde queda la autoridad del Ministerio Público? ¿Necesitamos que los norteamericanos intervengan en nuestro país sobre hechos acontecidos en nuestro territorio? ¿Se realizó esto con la venia del gobierno de Chile?

martes, 25 de mayo de 2010

La Revolución Propuesta

A Continuación, un extracto del "Manifiesto Revolucionario de Comunidad" de Rodríguez Carrera, el que comprende el primer capítulo, denomiando "Es hora de la Revolución".
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"Es hora de la Revolución"

"Bajo la mirada de Dios se los digo, el mundo necesita más que nunca una Revolución. Cada día que pasa nos hundimos más en un materialismo terrible que nos obliga a combatir unos con otros, destruyendo nuestras vidas, las ajenas y el planeta.

Son diversas las fuerzas que se enfrentan y son tan poderosas, que solo la vía revolucionaria puede destruirlas. El poder del capital, el poder político de algunos -que las más de las veces está unido al primero- y el poder filosófico, que se ha propagado gracias a los otros dos. Estas tres fuerzas se unen y luchan contra otras 3 de bandos contrarios.

Hoy, la lucha del lado que resiste es escaza, pues el mundo está más o menos entregado a un sistema, uno macabro, que se basa en ese, el principio decimonócio por excelencia: el egoísmo.

Las excepciones al sometimiento de este verdadero imperio son exiguas y la mayoría se encuentran mezcladas con visiones marxistoides o populistas, que terminan haciéndoles el juego al capitalismo internacional o esclavizando definitivamente a quienes sufren esos regímenes.Entonces, si estamos en esto, nosotros, los que decimos que se necesita una revolución, nos colocamos en la vereda de la lucha, en la vereda de la resistencia, en el enfrentamiento a todo lo conocido y practicado hoy en nuestro mundo.

Hasta ahora la lucha es débil, y en esta Patria no ha dado frutos, es una lucha pobre, casi secreta. Diversos grupos, algunos más, otros menos, intentan levantar diversos focos de resistencia alternativa, distinta, caballerezca y con aspiraciones sublimes.

¿Pero cómo lograremos causar el proceso de la verdadera Revolución? Antes que cualquier cosa, antes aún que lo primero, se necesita justificar la necesidad de un movimiento que busca derribar las bases mismas de la actual civilización occidental. Una vez hecho esto, se ha de desarrollar nuestro plan.

Lo Primero que tiene que hacerse, es definir los objetivos de esta Revolución, pues el ideal revolucionario marxista es contrapuesto a este, el nuestro, y el ideal de la revolución islámica no coincide con el que nosotros profesamos. Debemos entonces depurar nuestros conceptos hasta concebir el objetivo máximo que buscamos con esta empresa.

Segunda cosa, delinear el método revolucionario, tanto del hombre que lucha como del movimiento que combate. El método tiene que demarcar sus límites y el estilo propio de la acción subersiva y constructiva. Tiene que fijarse un "ethos" que marque a fuego nuestra Revolución.

En tercer lugar, debemos endurecer nuestra doctrina, depurándola de los errores propios que habrán de traer ciertos elementos humanos, que incluso en el principio, intentarán destruir nuestro objetivo, nuestro estilo y aún la misma doctrina que dicen querer abrazar. Esta depuración entonces, de la doctrina, implica hacernos duro como el acero, fijando como dogma aquellos principios que NUNCA podrán ser eliminados, revisados, ni siquiera discutidos ni cuestionados.

En cuarto lugar, aquel núcleo humano que habrá de jurar lealtad a los principios de la Revolución, grupo que no transa ni las comas de su doctrina y que vive el estilo y respira el ethos revolucionario, debe abocarse a la conquista del pueblo, de la masa enardecida que espera ser guiada en el camino del combate.

Para poder conquista a los hombres, es propio saber donde debe procederse y 3 son los lugares (físicos) donde esta tarea resulta clave: 1. Las poblaciones; 2. Las plazas cívicas de las clases medias y; 3. Las Universidades.

Antes de detallar el por qué y el cómo ha de procederse en cada caso, hemos de decir que este Movimiento, esta Revolución, es universal y por tanto, todos están llamados a ella, ricos y pobres, mujeres y varones, estudiantes y trabajadores, católicos, evangélicos y aún los musulmanes. Excluimos por cierto a los ateos, los homosexuales y otros depravados, los araganes, los burgueses, los comunistas, los masones y los extranjeros que han renunciado a su patria. Todos ellos se contraponen a nuestro ideario y están fanatizados con sus creencias. Aceptarlos en nuestras filas implica contaminar nuestros objetivos, nuestro Ethos, nuestra doctrina y toda nuestra Revolución.

Diremos también que no podemos ir a predicar, al menos en esta etapa, donde viven los ricos. No porque ellos sean malvados o no tengan cabida en nuestra causa, sino porque en sus barrios reina la burguesía, esa clase mercantilista y explotadora que eliminó a Dios de la vida pública y terminó confiscando la hombría y la caballerosidad. Los ricos que no sons burgueses -lamentablemente los menos- encontrarán justo hacer la lucha en algunos de los espacios que hemos propuesto, y lejos de alejarse de nosotros, comprenderán con mayor fuerza nuestro ideario, y nuestro sentido de cooperación nacional al que aspiramos.

Las poblaciones, callamperías y campamentos.

En las poblaciones bulle el deseo de justicia y en ellas se vive la desesperación y las formas más dramáticas de la explotación capitalista.
El poblador sabe que la denuncia que hacemos es verdadera y estará dispuesto a aceptar nuestra solución, pues la nuestra aparece como infinitamente mejor que la marxista o la socialista, pues le da participación al trabajador, lo responsabiliza y le permite vivir de sus propio es fuerzo, además, es la nuestra únicamente chilena.
La lucha en las poblaciones es quizás la más ardua, pues en ellas existen aún muchas células rojas que envenan la mente de nuestro pueblo y el zapato progresita los ha innundado con asistencialismos propagandísticos.
Lo primero que tiene que hacerse, es una activa propaganada subversiva, explicando la explotación económica capitalista y la explotación ideológica marxistoide y progresista. Se debe expresar en esta propaganda la valía del verdadero roto chileno y la hombría que nuestra raza representa.
El poblador noble comprenderá inmeditamente lo que denucniamos y defendemos y verá en sus pares -los buenos y los malos- vivos ejemplos de la perversión del sistema. Estos pobladores nobles deben ser captados por el Movimiento y he ahí la segunda etapa.
Entonces, como segunda cosa, es necesario que existan agentes en las poblaciones, agentes dispuestos a defender el ideario revolucionario, que guíen la lucha en tanto se desarrolla esta desde la adversidad. Estos agentes, hermanos y camaradas nuestros, serán en el futuro líderes claves de nuestra lucha, pues ellos guiarán como comandantes de regimiento, los cuadros rebeldes en la lucha total.
Debemos entonces, finalmente formar cuadros revolucionarios compuestos por pobladores, dispuestos a luchar en la propaganda, en la enseñanza y difusión de nuestra doctrina y por supuesto, en las marchas y mitines locales, capitales y nacionales que desarrollemos.

Las plazas cívicas de la clase media

El chileno "es" de clase media, pues pocos son los que se reconocen pobres. El hombre de clase media siempre se ha sabido abandonado y sin embargo, es el motor de la patria, el esforzado y luchador ejemplo de la vitalidad y de la superación.

En las plazas y parques de Maipú, Puente Alto, La Florida, Macul, San Miguel, Quinta Normal, Santiago, Rancagua, Talca, Iquique, Punta Arenas, Puerto Montt y tantos otros lugares, deben darse discursos encendidos y debe extenderse nuestra propaganda, enfocada al hombre de esta clase tan extensa y heterogénea, por lo que habrá que focalizar de acuerdo al espacio propio en que se desarrolle nuestro accionar. Esta clase se sabe en el desamparo y en el olvido, deben saber que nosotros los acogemos y los recordamos, son parte de nuestra lucha, y ahí estamos, dispuesto a llevar el mensaje del cambio auténtico, ese cambio que no podrán dar jamás los partidos políticos, debemos mostrarles que nuestra política es verdaderamente distinta, es la auténtica política, la que dice la verdad y la que aspira más alto, pero sin engaño alguno.

Lamentablemente, los sectores medios han sido los más contaminados con la ideología liberal, han sido los que más han aceptado -sin cuestionar la mayor de las veces- esa basura que los poderosos le ofrecen de vida. Los divorciados y separados abundan, aceptan las píldoras anticonceptivas y el aborto en ciertas circunstancias, creen en el capitalismo y rechazan la más de las veces el dolor de la pobreza, despreciándo a quien no deben y amando a quien no saben.
Hay que actuar con cautela, pero firmeza, pues de todos los que la necesitan, es el hombre de clase media el que más resiste la revolución, pues se siente cómodo con las migajas del sistema, que con verdadero esfuerzo (y en esto no hay ironía) recoge como bestia para alimentar a su familia. Son como esos negros esclavos de casa, que aman al amo más que a su libertad.
Para poder resolver este escollo, debe apelarse a la Fe y en esto no hay engaño, porque el Dios verdadero, el único, no acepta este sistema como el suyo. Debe recordársele que su Fe, rectamente practicada, no es compatible con la inmoralidad macabra que ha impuesto la partidocracia.Resulta paradójico, pero en Chile, los primeros en entenderlo serán los evangélicos, los hermanos evangélicos, pues ellos saben que las cosas se están llevando mal. Es lamentable que la mayoría de los católicos estén así de dormidos, pero el clero no ha logrado despojarse de cierto aires marxistoides en algunos casos y de cierta beatría en otros, limitándose a difundir cierto asistencialismo caritativo, olvidando lo importante: la lucha por el Reino de Cristo.

Las Universidades.

En las universidades podrá encontrar nuestra empresa el más grande de los desarrollos, pues el estudiante aspira siempre a los cambios y no hay mayor cambio que éste, tan nuevo, tan distinto y tan verdadero. El desconcierto que habrán de llevarse los estudiantes al escuchar, estudiar y entender nuestra doctrina, pasará a admiración y acompañado de nuestros líderes y oradores no podrá sino, llevar a su adhesión, a la lucha intelectual y activa en este camino de la Revolución.
Los universitarios se comprometerán y llevarán la lucha a niveles superiores, a esferas que aún nos resultan desconocidas. Una vez estén en sus puestos profesionales, nuestras metas estarán por concretarse y los entonces trabajadores, revitalizarán, ahora con mayor poder, aquellos días de encendida y leal lucha que dieron en su juventud.

En las poblaciones, en las plazas y en las universidades, la lucha debe ser paralela y canalizada por los órganos competentes en la conducción de la causa. No se puede descansar un solo día una vez que el proceso haya comenzado, no detenerse hasta conquistar.

La conquista del poder total.

Debemos conquistar el poder total, absoluto. Sino, nuestros esfuerzos serán vanos y todo se habrá perdido. La pregunta sobre el cómo hemos de obtener el poder, si por elecciones o por otros métodos, debe ser contestada en un etapa anterior, pero debe tenerse claro esto: el proceso revolucionario es movimiento acelerado, pues cada momento avanza más rápido que en el anterior y no puede parar hasta alcanzar el poder total como hemos dicho, tanto político como judicial y por cierto que económico, en el sentido que nuestra doctrina lo establece.

La lucha será ardua y debe tenerse claro que muchos saldrán lastimados, partiendo por nuestros enemigos, por lo que abrazar nuestra doctrina implica aceptar sus consecuencias. No hay retorno. En caso de derrota, seremos amenazados, agredidos, encarcelados, asesinados o desterrados, nosotros y nuestras familias, pero el riesgo bien vale la pena, pues aspiramos al retorno del hombre al Espíritu, aspiramos a luchar por nosotros, nuestros hijos y nietos, luchamos por el hombre que vendrá, para así construir un Estado de Comunidad en que sea la justicia la rectora de nuestras conductas, dando a la Libertad el espacio que le fue usurpado por el libertinaje.
No parar hasta lograr nuestros objetivos, luchar hasta vencer, triunfar o morir. POR LA PATRIA EL PAN Y LA JUSTICIA.
DIOS GUÍE NUESTRA VICTORIA,
VIVA CHILE.

Pedro Rodríguez Carrera"

miércoles, 19 de mayo de 2010

La invasión cultural del liberalismo


La "embajada de Los Reinos de los Países Bajos", ha decidido intervenir en Chile. Ya lo había hecho antes con un "manual de educación sexual" donde se incitaba a los jóvenes estudiantes secundarios chilenos a entender la homosexualidad como algo natural, incitándolos a la práctica de esta desviada conducta. Hoy, este país "desarrollado" vuelve a atacarnos, financiando sendas gigantografías en pro del homosexualismo. No solo se muestran con descaro imágenes de homosexuales, sino que se les muestra realizando los mismos actos depravados.

Llama la atención que se permita a un país extranjero intervenir en asuntos tan delicados, que en nuestro país no están para nada resueltos, para el mal de los homosexualistas y liberales.

¿Dónde está el gobierno de Chile para poner frenos a este intervencionismo?

¿No estaremos frente a una nueva forma de colonialismo?

¿Por qué se sigue atacando a la familia tradicional?

Se gastan millones de pesos, de dólares en promover la homosexualidad, el condón y el divorcio y no se gasta un peso en afianzar la familia tradicional y los valores más elevados del hombre.

Hoy aceptamos que países extranjeros vengan a (in)moralizarnos, solo nos queda entregarles nuestros hijos para que ellos terminen de destrurinos.

Pedro Sabat: El tirano


Existen en nuestro país numerosas situaciones de corrupción: irregularidades en contratos públicos, licitaciones truchas, pagos de honorarios por tareas no realizadas, duplicidad de funciones, no respeto por la legalidad, intervención de entidades privadas, persecución de enemigos políticos a través de publicación de información falsa. Todo esto, que ocurre en muchos lugares, no solo de Chile, sino que también de América y el mundo, ocurre de manera exacerbada, a niveles fílmicos, en la Municipalidad de Ñuñoa, al mando del Alcalde del partido derechista Renovación Nacional, don Pedro Sabat.
La situación es crítica y para muchos no conocida.
Relatamos a continuación algunos hechos que se suceden:
1.- Intervención de Juntas de Vecinos y Centros de Estudiantes.
Pedro Sabat ha decidido actuar con todo y barrer con sus oponentes, así, ha intervenido numerosas organizaciones ciudadanas que se oponen a su ideología o actuar. Simplemente les niega recursos garantizados por derecho, cierra sus espacios de reunión, requisa sus libros de asistencia, de actas y contabilidad, envía matones a golpear a sus dirigentes, ha cerrado los registros de nuevas juntas vecinales hasta el 23 de agosto y promueve aquellas juntas que le son favorables con regalos y prevendas. Con respecto a los Centros de Estudiantes Secundarios de los colegios municipales de su comuna no es menos, pues simplemente reubica a los alumnos disidentes, los sanciona y censura, y por cierto, apoya con todo a quienes le siguen el juego.
2.- Intervención electoral
Es sabido que para ganar campañas (las suyas y la de su hija, Marcela Sabat), el señor alcalde no trepida en utilizar todo tipo de estrategias. Camiones cargados de regalos para los ciudadanos del padrón electoral, que incluyen nada menos que camas, colchones, comida, estufas y otros regalos.
3.- Persecución manotezca a concejales disidentes
Los concejales disidentes, ya sean de la Concertación o de su propia coalición, son amenazados de muerte. Sus oficinas en la municipalidad han sido cerradas, sus autos rayados o los neumáticos de los mismos pinchados. Las sesiones de concejo se realizan sin los avisos correspondientes y terminan a pura voluntad del alcalde.
4.- Desorden financiero y extravío de dineros.
No podía ser menos y los libros contables son un desastre, perdidos millones de pesos, cuyos pagos no constan en ningun lado, lo que ha llevado numerosas observaciones de parte de la Contraloría General de la República.
Se sabe, por ejemplo, que producto del terremoto, el señor Sabat pagó 15 millones de pesos a un abogado para representar a las víctimas de las constructoras, demandas que nunca se presentaron.

Estos son solo algunos de los hechos que se suceden en la Comuna de Ñuñoa y hemos visto persecusiones salvajes, por ejemplo al documentalista
Jaime Díaz Lavanchy, vocero de los vecinos de Villa Olímpica, que fue agredido por funcionarios municipales, que no son sino, matones guardaespaldas del señor alcalde.


Los hechos son numerosos y aún cuando solo la izquierda (contaminando todo) ha intentado hacer frente a este señor, representante del liberalismo chileno, esperamos que la verdad salga a flote para que Ñuñoa vuelva a ser un espacio de los vecinos.

lunes, 17 de mayo de 2010

Recordando los 62 años desde la Nakba


Desde el excelente sitio alternativo, METPEDIA ( http://www.metapedia.org) , extraemos el siguiente artículo, en el que se explica, con detalle y sincera objetividad, lo que es la Nakba y lo que ha significado para el pueblo palestino, que generación tras generación, lucha incansablemente por recuperar lo que sin dudas es suyo, arrebatado por el internacionalismo que ya conocemos, manejado desde la ONU y el imperio Norteamericano.

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Los palestinos llaman lo que les pasó en 1948 Nakba, que en árabe quiere decir “catástrofe”. Lo perpetraron los dirigentes sionistas que querían establecer el Estado de Israel en las tierras de los palestinos pero sin los palestinos.
Limpieza étnica y el nacimiento de Israel
Durante el Nakba, a la fuerza obligaron a casi un millón de palestinos (la mitad de la población en ese entonces) a dejar sus tierras, aldeas y hogares, a huir con lo que podían cargar. A muchos los violaron, torturaron y masacraron. Para asegurar que no habría nada a que volver, arrasaron casi por completo las aldeas, olivares y naranjales de los palestinos. Cuando el Nakba terminó, había, ocurrido 31 matanzas documentadas y probablemente otras. Desterraron a 531 aldeas y once barrios urbanos.

Cambiaron los nombres de aldeas y caminos al hebreo. Destruyeron mezquitas antiguas e iglesias cristianas. Levantaron parques, pinares (árboles no nativos de la región) y colonias israelíes encima de muchas antiguas aldeas palestinas. Todo eso tuvo por objeto eliminar todo rastro físico de que las tierras que pertenecían a los palestinos y dar por concluido definitivamente el Nakba.

¿Cuántas veces se ha discutido acerca de la situación de los palestinos con defensores de la existencia del Estado israelí y escuchado el argumento de que el problema se debía a la intolerancia palestina a los colonos judíos? ¿Cuántos individuos saben, o admiten, que desde el principio el sionismo se puso a expulsar de manera permanente a los palestinos de sus tierras? En muchos países occidentales, la negación del Nakba es tan obligatoria que lo es denunciar el rechazo del Holocausto. ¿Cómo pasó eso?

La limpieza étnica de Palestina, de Ilan Pappe, un historiador israelí y conferencista de la universidad de Haifa, explora los años del Nakba (Oxford: One World Publisher, 2006). La premisa es que el Nakba no era sino un acto de limpieza étnica, por derecho internacional considerado un crimen de lesa humanidad. Para sustentar esta teoría, el autor da varias definiciones de diferentes fuentes actuales, como “una zona de diversas etnias que se está convirtiendo en un espacio étnico puro”. Ilustra cómo la matanza y/o la expulsión forzada de los armenios en Turquía, de los tutsis en Ruanda y de los croatas y bosnios en la antigua Yugoslavia es similar a lo que los sionistas hicieron en gran escala contra los palestinos en 1948 y que aún hacen hoy. Pappe traza una conexión entre la limpieza étnica y el colonialismo tal como sucedió en América del Norte y del Sur y en África y Australia.

Fuentes primarias
Su investigación se basa en tres fuentes primarias: material recién desclasificado (años 1990) de los archivos del ejército israelí, el diario de David Ben-Gurion que incluye balances de muchas de sus reuniones, una nueva lectura del viejo material de hemeroteca por el prisma del paradigma de la limpieza étnica y el extenso análisis de los archivos de la historia oral de Palestina.

Pappe presenta un corto informe histórico antecedental sobre el Nakba y unos capítulos al final del libro acerca de la actual situación de los palestinos. A continuación presentamos una breve cronología de los principales sucesos antes del Nakba.

Las primeras colonias sionistas se fundaron en 1878, cuando Palestina, al igual que una buena parte del Medio Oriente, era una parte del Imperio Otomano. En 1917 al fin de Primera Guerra Mundial y con la derrota de los otomanos, el ejército británico invadió a Palestina y la ocupó. En ese mismo año, el lord británico Balfour lanzó la Declaración Balfour, que prometió un “hogar nacional” para los judíos en territorio palestino aunque según la mayoría de las fuentes, los judíos constituían al máximo sólo 8 por ciento de la población y aún menos según algunas estimaciones. La Liga de Naciones avaló la ocupación británica dándole un mandato para gobernar a Palestina. En 1938 estallaron fuertes combates entre los judíos y los palestinos. Las bombas de la organización militar sionista Irgun dejaron 119 palestinos muertos; las bombas palestinas dejaron ocho judíos muertos. En 1947 Gran Bretaña le dijo a la recién establecida Organización de las Naciones Unidas que se retiraría de Palestina. En noviembre del mismo, la ONU formalizó el plan de dividir a Palestina en dos Estados. En diciembre de 1947 los sionistas emprendieron las expulsiones en masa de los palestinos. Cuando los británicos se retiraron en mayo de 1948, los sionistas declararon la independencia. El Nakba continuó hasta los primeros meses de 1949.

El libro de Pappe revela cuán meticulosamente el movimiento sionista planeó y ejecutó la toma de tierras palestinas y el destierro (por la fuerza y el terror) de su población, y juego negó y mintió al respecto. Sitúa en su contexto histórico los planes israelíes contra la minoría palestina en Israel así como en Cisjordania y Gaza, pone las cosas en claro acerca de las verdades que conceptualizan la situación de los palestinos hoy. Pappe menciona de paso el papel de Theodor Herzl, el fundador del movimiento sionista a fines del siglo 19, a fin de ilustrar cuán profundamente arraigado estaba el concepto de la “transferencia” de la población originaria y que la manera en que la mayoría de los israelíes ve hoy el “problema demográfico” es una continuación de la propuesta excluyente original de los sionistas. Un mapa de 1919 ilustra claramente las intenciones sionistas de apoderarse de toda Palestina. Los ideólogos de Herzl declararon que “fuereños” vivían en su tierra bíblica y por fuereño quería decir todo el que no era judío, aunque la mayoría de los judíos de Palestina se había ido después de los tiempos romanos. Además, una reciente encuesta demostró que el 68 por ciento de los judíos israelíes quiere que los palestinos ciudadanos de Israel sean “transferidos”.

Muchas denuncias del libro se refieren a David Ben-Gurion, uno de los cerebros y principales impulsores del proyecto sionista y la limpieza étnica que lo impuso. A partir de mediados de los años 1920, Ben-Gurion trabajaba de ministro de Defensa extraoficial (o ministro de Guerra) del aún no oficialmente establecido Estado y más tarde primer ministro fundador. Trabajó en el mundo y en la región para organizar a otros sionistas en apoyo a sus métodos y metas. Se discutió por primera vez la limpieza étnica en su casa con un grupo de elementos de seguridad y expertos en “asuntos árabes” (judíos que crecieron en la región y que hablaban árabe) quienes asesoraran a futuros gobiernos de Israel (Pappe lo llama la Consultoría). Sus ideas para el establecimiento de un Estado sionista eran ambiciosas y estratégicas. Consideraba que sólo se podía lograr por medio de la fuerza, pero que los sionistas tenían que esperar el momento histórico oportuno para poder abordar “en términos militares” (como Ben-Gurion dijo) la realidad demográfica en el terreno: la presencia de una población originaria no judía mayoritaria. Cuando en 1937 los británicos le ofrecieron un futuro Estado a la comunidad judía (en un porcentaje mucho más pequeño de la tierra que lo que la ONU le dio en 1948), lo aceptó como un buen comienzo porque formalizó la idea. Tenía planes mucho más ambiciosos. En 1942 Ben-Gurion proclamó públicamente el plan sionista de tomarse toda Palestina, pero más tarde se dio cuenta de que el plan no era realista y que el 80 por ciento sería suficiente para un Estado israelí viable.

Proyecto
El libro menciona un importante proyecto estratégico guiado por Ben-Gurion: el “proyecto de aldeas” de mapear todo el territorio palestino. Con fotografía aérea, se registraron los detalles de cada aldea palestino: las rutas de acceso, la calidad de la tierra, las fuentes de agua, las principales fuentes de ingresos, la composición socio-política, las afiliaciones religiosas, los nombres de los muhktars (jefes tradicionales de las aldeas), la relación con otras aldeas, la edad de cada hombre y un índice de la “hostilidad” hacia el proyecto sionista basado en aquellos que participaron en la revuelta de 1938 contra la política británica de permitir el aumento de la migración de los judíos a Palestina (entre ellos quienes habrían matado a judíos).

Aquellos que trabajaron en el mapeo de las aldeas comprendieron que este banco de datos no era solamente una actividad académica de geografía. Un individuo quien participó en una de estas operaciones para recabar datos en 1940 rememoró muchos años después: “Teníamos que estudiar la estructura básica de la aldea árabe. O sea, la estructura y la mejor forma de atacarla... cómo acercarse a la aldea desde arriba o acercársele desde abajo. Teníamos que capacitar a nuestros ‘arabistas’ (los orientalistas quienes operaban una red de colaboradores) para trabajar con informantes”.

El libro describe otra inquietud de Ben-Gurion y la Consultoría: el “equilibrio demográfico” entre judíos y árabes en Palestina. Cuandoquiera que una mayoría de palestinos viviera en una zona se le consideró un desastre. Se adoptó un plan público para fomentar la mayor inmigración judía. Pero los judíos quienes venían trasladándose a Palestina desde los años 1920 prefirieron vivir en las zonas urbanas donde vivían judíos y palestinos en números iguales, mientras que en el campo vivía una abrumadora mayoría de palestinos. Los sionistas captaron que la inmigración no contrarrestaría a la mayoría palestina y que otros medios serían necesarios. En 1937 Ben-Gurion le dijo a su cábala que la “‘realidad’ de una mayoría palestina obligaría a los colonos judíos a usar la fuerza para concretar el ‘sueño’: una Palestina completamente judía”. “Tenemos que ver claramente la severidad y la particularidad de esta nueva realidad. Tal configuración demográfica cuestiona nuestra capacidad de mantener la soberanía judía”. “O se puede arrestarlos en masa o expulsarlos. Más vale expulsarlos”.

Partición
Cuando los británicos decidieron salir en 1947, el problema de Palestina pasó a la ONU, que, como los británicos, aceptó los reclamos sionistas sobre el territorio palestino y que la partición de Palestina era la mejor manera de resolver el problema. Aun cuando se aceptara la lógica sionista, una partición según la población relativa habría dejado menos del 10 por ciento del territorio para un Estado judío. Pero después de largas negociaciones, la Resolución de Partición 181 de noviembre de 1947 de la ONU les dio el 56 por ciento de Palestina a los sionistas. Jerusalén, a causa de su importancia religiosa al judaísmo, al cristianismo y al islam, se conservó como ciudad internacional, pero una buena parte de las tierras más fértiles quedaron en la parte sionista. Aunque decepcionado de nuevo, Ben-Gurion apreció el reconocimiento internacional del Estado judío e ignoró la sección que estipuló cuánto y cuál territorio. Declaró que las fronteras de Israel “se determinarán por la fuerza y no por la resolución de partición”. Ben-Gurion eludió con habilidad la mínima oposición mundial que había a sus planes. Aunque los sionistas decían públicamente que apoyaban la Resolución, en el país empezaron a ejecutar sus propios planes. El fenómeno de ignorar las negociaciones “antes de que se secara la tinta” llegó a ser una característica de las negociaciones posteriores y actuales de Israel.

Pappe cuenta cómo los dirigentes árabes se opusieron a la partición de Palestina y boicotearon las negociaciones de la ONU. Se negaron a participar porque la división de sus tierras con una comunidad de colonos (entonces un tercio de la población, que tenía sólo el 6 por ciento de la tierra y que desde hace mucho había proclamado que quería desarabizar a Palestina) era ilegal e injusta. La Resolución 181 generó gran ansiedad en el seno de los palestinos, pues veían venir el choque con los sionistas. Se inició la matanza en diciembre de 1947, antes de que los británicos dejaran Palestina.

Pappe describe la combinación de planificación meticulosa e iniciativas “no autorizadas” de los grupos militares terroristas, como el Irgun, la pandilla Stern y las Palmaj (unidades de comandos especiales pioneros en la construcción de las colonias judías). Con un grupo de militares y civiles, con algunas figuras conocidas como Moshe Dayan (un jefe militar quien era comandante del ejército durante la crisis del Suez de 1956 y ministro de Defensa durante la guerra de seis días de 1967) y Yitshak Rabin (un general y dos veces primer ministro, asesinado en 1995), Ben-Gurion estableció y dirigió los planes para preparar a las fuerzas militares de la comunidad judía para una ofensiva contra los palestinos. El Plan C (una versión revisada del Plan A y B) detalló las acciones a tomarse: matar a los líderes políticos palestinos y a aquellos quienes los apoyaban económicamente, matar a los palestinos quienes actuaban contra los judíos matando a funcionarios y oficiales, atacar a aldeas que parecían más combativas y podrían resistir los futuros ataques del ejército israelí, y dañar las fuentes de sustento de los palestinos. Luego, se trazó el Plan Dalet (o Plan D), el plano para la expulsión sistemática y total de los palestinos de su patria. El Plan D describió así las operaciones: “Destruir aldeas (prendiéndoles fuego, volándolas con explosivos y sembrando minas en los escombros) y sobre todo esos centros de población que son difíciles de controlar de manera constante; o lanzando operaciones combinadas según los siguientes lineamientos: cercar a las aldeas y llevar a cabo allanamientos. En caso de resistencia, hay que eliminar a las fuerzas armadas y expulsar a la fuerza a la población del territorio del Estado”.

En el curso de llevar a cabo el Plan D, lo que le inquietaba a los dirigentes sionistas no era tanto la resistencia de los palestinos u otros árabes quienes pudieran acudir en su defensa, porque los Estados árabes oponían una resistencia a medias y sus soldados tenían pésimo entrenamiento y armamento. Públicamente los dirigentes sionistas deliraban acerca de la posibilidad de un “segundo Holocausto”, esta vez proveniente de los árabes, pero en secreto bien sabían que a la retórica de guerra de los Estados árabes no la complementaban preparativos serios en el terreno. En muchos casos, los soldados árabes ignoraron a los vacilantes oficiales de los ejércitos de los Estados árabes y tomaron la iniciativa y combatieron con valor en defensa de los palestinos. Los dirigentes sionistas temían principalmente al ejército británico. Pero mientras que aún estaba en Palestina, el ejército británico raras veces intervenía contra las matanzas, aun cuando la población árabe de la región se le suplicara.

Expulsiones
Las expulsiones empezaron en diciembre de 1947, en aldeas y pueblos más grandes. La siguiente descripción condensada proviene del libro de Pappe sobre lo que pasó en Haifa a la vista de los británicos. La mañana después de la resolución de la ONU, el Haganá (el grupo militar principal que llegaría a ser el ejército israelí) y el Irgun (una escisión inicial del Hagana, encabezado por el futuro primer ministro Menachem Begin, que más tarde también llegó a ser parte del ejército) lanzaron una campaña de terror contra los 75.000 palestinos de Haifa. Los colonos judíos quienes se habían establecido ahí en los años 1920 y vivían en las colinas alrededor de la ciudad participaron en los ataques con las unidades militares sionistas.

Usaron varias tácticas. Una andanada de bombardeos y fuego de francotiradores cayó sobre los palestinos; se vertió una mezcla de petróleo y combustible en los caminos y se le prendió fuego; se rodaron barriles llenos de explosivos hacia las zonas palestinas. Cuando los palestinos apanicados salieron a apagar los incendios, los rociaron con fuego de metralleta. Los judíos quienes se hacían pasar como palestinos llevaron carros llenos de explosivos a los talleres de reparación de los palestinos y los detonaron. En una refinería en Haifa, judíos y árabes habían trabajado hombro a hombro y tenían una larga historia de solidaridad en su lucha por mejores condiciones laborales contra sus patrones británicos. El Irgun, que se especializaba en echar bombas contra muchedumbres árabes, lo hizo en esta refinería. Los obreros palestinos reaccionaron matando a 39 obreros judíos, una de las peores y una de las últimas escaramuzas de represalia en ese período. Luego, las unidades del Hagana fueron a uno de los barrios árabes de Haifa, Wadi Rushmiyya, expulsaron a los habitantes y volaron las casas con explosivos. El ejército británico miró a otro lado mientras que se cometían estas atrocidades. Dos semanas después, las Palmach fueron al barrio Hawassa de Haifa, donde alrededor de 5.000 de los más pobres árabes vivían en pésimas condiciones. Volaron con explosivos las chozas y la escuela, lo que obligó a la gente a huir. Pappe considera este incidente como el comienzo oficial de la operación de limpieza étnica en la Palestina urbana.

En marzo de 1948, Ben-Gurion le dijo al Ejecutivo de la Agencia Judía: “A mi parecer, la mayoría de las masas palestinas acepta la partición como un hecho consumado y no cree que es posible superarla o rechazarla... La mayoría decisiva de ellos no quiere luchar con nosotros”.

Los ejércitos de los países árabes no podían contra las unidades clandestinas bien equipadas del ejército sionista que habían recibido armas de Gran Bretaña, la Unión Soviética y Checoslovaquia. Las fuerzas irregulares árabes emboscaron convoyes israelíes pero no atacaron a las colonias judías. La Consultoría decidió que la cruel venganza no era suficiente y que se necesitaba cambiar a acciones más drásticas.

Bajo el pretexto de las iniciativas del mundo árabe de rescatar a los palestinos, Ben-Gurion azuzó los temores en la comunidad judía y los cultivó con tanto esmero que superaron cualquier oposición que estas tácticas engendrarían. La “seguridad” del Estado judío (entonces como hoy) llegó a ser el avasallante temor que permitió que muchos israelíes y gente de fuera del país pretendieran no ver qué hacían los dirigentes sionistas y qué constituía su plan.

Antes de marzo de 1948, los dirigentes sionistas aún presentaban sus actividades como represalias contra acciones hostiles árabes. Pero dos meses antes de la retirada de los británicos, declararon abiertamente que se apoderarían del territorio y que expulsarían a la población originaria por la fuerza. Cuando los británicos se fueron en mayo, los sionistas declararon su Estado. Estados Unidos y la Unión Soviética lo reconocieron oficialmente. Avanzaron a todo vapor las crueles expulsiones y la palabra “venganza” ya no se refería a lo que hacían las fuerzas militares israelíes. Ben-Gurion dijo: “Cada ataque tiene que llevar a la ocupación, la destrucción y la expulsión”. Ya no era necesario distinguir entre el “inocente” y el “culpable”. Los ataques preventivos y los daños colaterales llegaron a ser aceptables y necesarios.

Deir Yassin
(Artículo principal: Masacre de Der Yassin)

En una colina al oeste de Jerusalén estaba la aldea de Deir Yassin. La matanza ahí es conocida por todo el mundo pero cabe mencionarla como reflejo de la naturaleza sistemática del Plan D aplicado a cientos de aldeas por toda Palestina. Pappe describe cómo el 9 de abril de 1948 soldados judíos irrumpieron en la aldea y rociaron las casas con fuego de metralleta y masacraron a mucha gente. “A los aldeanos que quedaban los juntaron en un lugar y los masacraron a sangre fría, maltrataron los cuerpos, y a varias mujeres las violaron y luego las mataron”.

“Fahim Zaydan, quien entonces tenía doce años, recuerda cómo vio a su familia asesinada: ‘Nos sacaron uno a uno; balearon a un anciano y cuando una de sus hijas lloró, a ella también la balearon. Después, llamaron a mi hermano Muhammad y lo balearon ante nosotros, y cuando mi madre gritó y se inclinó sobre él, con mi pequeña hermana Hudra que aún amamantaba en los brazos, a ella también la balearon’. A Zaydan también lo balearon, mientras estaba parado en un grupo de niños que los soldados judíos habían alineado contra una pared, a los cuales habían rociado con balas por diversión, antes de irse. Tenía suerte de sobrevivir”.

Cuando entraron a las aldeas, las destruyeron y juntaron a los aldeanos. Se tomaron decisiones acerca de a quién dejar vivir y a quién matar. Agentes de inteligencia en el terreno ayudaron a los oficiales militares en esta tarea. Los agentes, con la ayuda de colaboradores de la localidad (espías encapuchados), identificaban a diferentes individuos para el jefe de los agentes.

Israel y los palestinos hoy
Como resultado del Nakba, ahora hay casi 4.5 millones de palestinos dispersos por todo el mundo, además de 1.4 millones bajo ocupación militar israelí en Cisjordania y 1.3 millones en Gaza, un territorio desértico anteriormente poco poblado donde hoy viven refugiados hacinados en campamentos y aldeas. Aproximadamente 1.5 millones de palestinos siguen viviendo en Israel como ciudadanos de segunda. La población judía de Israel es de unos 5.5 millones. El Estado sionista hoy ocupa aproximadamente el 78 por ciento de la Palestina histórica, sin contar el creciente numero de colonias israelíes en Cisjordania. Esto no tiene ningún paralelo en el mundo: un Estado que se ha construido a conciencia, desde el principio, para un pueblo, una cultura, sobre bases religiosas y sin fronteras permanentes formales.

El argumento de Pappe de que el Nakba era un acto de limpieza étnica es convincente. El plan sionista de castigo consciente transformó la geografía humana y física de Palestina a fin de borrar la historia y cultura de Palestina y así negar cualquier reclamo futuro que los palestinos pudieran hacer en defensa de sus tierras. En los años desde el Nakba, la máquina de muerte que es el ejército israelí ha continuado su trabajo sucio. Pappe enumera lo siguiente: en Kfar Qassim en octubre de 1956 las tropas israelíes masacraron a 49 aldeanos que volvían de sus campos. Qibya en los años 1950; Samoa en los años 1960; las aldeas de Galilea en 1976, las masacres en los campamentos de refugiados Sabra y Chatila en el Líbano en 1982, Kfar Qana en 1999, Wadi Ara en 2000 y el campamento de refugiados de Jenin en 2002. No ha parado la matanza de palestinos por Israel.

Pappe concluye el libro con la esperanza de que los israelíes se despierten de su torcida aspiración a retribuciones, abandonen el racismo y el fanatismo religioso y tomen conciencia de la verdad que cuenta el libro. Piensa que no aceptar el derecho de los palestinos a regresar es lo mismo que seguir defendiendo el enclave de apartheid “blanco” y la Fortaleza Israel. Dice que los palestinos y los judíos coexistieron en paz antes del Nakba y aun hoy muchos tienen fuertes lazos sociales. Eso muestra que los dos pueblos pueden vivir en armonía. Llama a transformar a Israel en un Estado laico y democrático.

El libro de Pappe no trata el papel central que Israel ha estado jugando como bastión de los intereses imperiales norteamericanos en el Medio Oriente. Sin el apoyo militar y político del gobierno estadounidense y sin el apoyo económico sin precedente que es tan medular para la sociedad israelí y su estilo de vida ($3 mil millones al año de ayuda del gobierno estadounidense, y el dinero de particulares que alienta el gobierno estadounidense), Israel no sería lo que es hoy, si por caso existiera. No obstante, por su precisión histórica y como recordatorio vívido de la tragedia del Nakba, vale la pena leer el libro.

por Palestinalibre.org
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viernes, 14 de mayo de 2010

Preso Político en Chile: ELLIOT QUIJADA


A continuación, transcribimos para conocimiento de todos cuantos puedan acceder a este medio, un informe del día 7 de mayo, extraído desde el portal "LIBERTAD A ELLIOT QUIJADA. PRESO DE OPINIÓN"(http://www.elliott-libre.blogspot.com/ ), en que se señalan los hechos que hablan sobre la verdadera realidad que se vive en nuestra Patria, donde realmente no existe a verdadera libertad de opinión, al punto de encarcelar y mantener preso a una persona, solo por el hecho de pensar a contracorriente.

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VIERNES 7 DE MAYO DE 2010
Sobre los hechos de los ultimos meses.
Para los que aún no estan al tanto del problema que ha afectado a Elliott Quijada, aqui les publicamos una reseña del acontecimiento de los hechos desatados en los ultimos meses.
Nuestro amigo y camarada Sr. Elliott Quijada tan solo investigo (en fuentes publicas y de libre acceso), sobre un tema en particular, llegando a conclusiones que involucran a la entonces candidata al senado, Sra. Lily Pérez, con el sionismo y declaraciones discriminatorias hacia los chilenos descendientes de árabes.
Estas conclusiones las publicó en un blog, utilizando fuentes publicas y citas de investigadores serios referente al tema sionista (muchos de estos, judíos).
El blog (http://contrasionismo.blogspot.com) es de carácter apolítico, rechaza en contexto al sionismo y al nazismo por igual, así como toda forma de discriminación, también rechaza explícitamente el antisemitismo y judeofobia.
Todos los artículos, hasta la detención de Elliott Quijada, no presentan ninguna forma de discriminación o incitación al odio, como fiscalía y las partes querellantes han querido plantearlo.
El blog llamo a no votar por la mencionada candidata, por lo que se imprimieron afiches que hacían un llamado a la comunidad a no votar por la Sra. Lily Pérez, dichos afiches incluían un aviso de rechazo al antisemitismo y otras formas de discriminación.
Todas las acciones se ajustaban a la legalidad y a la libertad de información y opinión.
Sin embargo, sin haber cometido ningún delito o falta a la ley, el hogar de Elliott Quijada fue allanado, e inculpado de supuestos delitos comunes que nada tenían que ver con la denuncia en su contra, con sola intención de privarlo de libertad y mostrarlo ante la justicia y la opinión publica como un delincuente común y desadaptado.
La comunidad judía y la actual senadora por V Cordillera, Lily Pérez, han utilizado su influencia, llegando incluso a manipular al poder judicial por medio de la fiscalía de Villa Alemana, persiguiendo a Elliott Quijada por el único motivo de sus investigaciones y revelaciones, convirtiéndolo en un PRESO DE OPINIÓN, rebajado a la condición de delincuente común.
Para esto el fiscal en su investigación ha ocultado deliberadamente información a los magistrados; lo a acusado de neonazi ocultando los documentos y escritos (por el requisados) que contradicen estas acusaciones, tanto a los magistrados como a los medios de comunicación; a utilizado implementos de camping mostrados de tal manera junto a armas de juguete para que tuvieran ante la prensa una apariencia de truculenta peligrosidad.
Además de esto, el fiscal ha realizado declaraciones a los medios, cosas tan viles como evidentemente falsas que no resisten análisis, como que Elliott Quijada seria autor ideológico de la muerte de Ángelo Polo entre otras cosas, con el solo fin de enlodar la imagen de este, lo que demuestra la aversión casi personal del fiscal contra el Sr. Quijada. Lamentablemente algunos medios han hecho eco de esto sin siquiera investigar.
Tanto fiscalía como las partes querellantes han argumentado sobre Quijada “sin oficio conocido”, con la sola posición de exponerlo como un antisocial. De esta forma omitiendo a consciencia que Elliott Quijada es un artista con estudios de Diseño Grafico, estudiante actual de Arte y trabajador en el área de seguridad, demostrando la aversión del fiscal y los querellantes.
Se le ha acusado de mantener fotos pornográficas de menores en un CD, el que se le coloco alevosamente; pero de 250 CDS incautados, 1 Pendrive de 1gb, un reproductor de mp3 y un PC, tan solo un CD contenía pornografía, SOLO UNO, y este con solo 6 fotos de supuestas menores, era tan sospechosa la obtención de la prueba y las fotos de las menores tan lejanas a lo que se conoce y entiende como pornografía infantil, que la magistrada de villa alemana en la audiencia preparativa del juicio, las descartó.
Se le ha acusado de poseer 12 tiros de calibre 22 corto, pero que ahora con el transcurso del tiempo resulto que son 22, los cuales no fueron encontrados en la primera revisión del personal de la PDI, pero si después de la llegada de un funcionario que no participo en el allanamiento. Sin embargo Quijada no posee ningún arma de fuego.
Siendo lo único real, si así se lo puede decir, la investigación y las publicaciones de Quijada, las cuales no son un delito, pero que por el fiscal y los querellantes han sido expuestas maliciosamente como sediciosas.
Por lo visto el Sr. Elliott Quijada es victima del matonaje propio de los poderes facticos, ante sus investigaciones y opiniones que no le son convenientes, a lo cual sus fines políticos y utilizando emocionalmente anteriores persecuciones a los judíos, cosa que en este caso de ninguna manera concurre.
El Sr. Elliott Quijada y el blog realizado son una denuncia contra el sionismo, una ideología supremacista, condenada en su momento por la ONU e incluso condenada por muchos Judíos alrededor del mundo.
Siendo este caso un peligroso antecedente de manipulación de nuestro sistema judicial para fines políticos y para la libertad de opinión e información.
Pareciera que han aplicación del protocolo numero XIX, del protocolo de los sabios de Sión.
Extracto Protocolo XIX
“… Para despojar al crimen político del prestigio y la aureola del valor, llevaremos a los acusados por estos delitos al banquillo de los delincuentes vulgares, lo mismo que se lleva al ladrón, al asesino y a cualquier criminal despreciable. Entonces la opinión pública confundirá en su interior esta categoría de criminales políticos en la ignominia y vergüenza de los demás, y los castigará con igual menosprecio y repugnancia…”

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Mohamed Saif Ur y la sospecha


El día 11 de mayo fue detenido Mohamed Saif Ur Rehman, estudiante pakistaní, acusado de ingresar a la embajada de Estados Unidos en Santiago de Chile con restos de pólvora en su cuerpo y manos, razón por la que inmediatamente fue detenido, formalizado, su apartamento allanado, sus cosas incautadas y puesto en una "lista" de los servicios de seguridad norteamericanos.

Saif Ur Rehman, quien habla 5 idiomas, no tiene órdenes de búsqueda en ningún país y quien se encontraba estudiando en Chile, parece no entender nada y se declara inocente. Cómo no, si él fue citado a la embajada del país del norte por parte de autoridades del mismo centro diplomático.
Son muchos los factores que tiñen de sospecha esta repentina y extraña detención.

¿Por qué el mismo día que citaron a Mohamed Saif Ur Rehman es detenido?, ¿fue casualidad que los detectores de seguridad se activaran?

¿Por qué el juez de garantía amplió la detención por vía teléfónica y no en una audiencia como se acostumbra?

¿Por qué no se le nombró abogado defensor sino pasadas 24 horas desde su detención?

¿Por qué el gobierno de Chile, la Fiscalìa y los órganos de seguridad de EE.UU. se apresuran en catalagoralo de terrorista?

Hasta el momento no se ha hallado nada y pareciera que no hubo ilícito, pero en el intertanto, la prensa tradicional ya lo ha catalogado como "terrorista" ante la comunidad nacional e internacional.